Padre Cueto
Hombre veraz y generoso

Era el hombre sin trastienda y sin reservas de ningún género, con las puertas del corazón y del alma abiertas de par en par y con todas sus estancias interiores a la vista.

Era el hombre que no conoce el mal, que no cree en él, que no tiene vista para verlo ni manos para palparlo.

Era el hombre que no conocía engaño, aún después de ser víctima suya mil veces. Llamaba amigos y tenía por amigos aún a los mismos que lo traicionaban.

Era el hombre que se da y que al darse a sí mismo, da a la vez todo cuando tiene.

Logotipo Oficina de Internet
teléfono: 91 598 79 73
Contacta con nosotras